Ante el juez italiano tiene que darse la prueba que los solicitantes son descendientes directos de un ciudadano o ciudadana italiana, y que este (o esta) no perdieron el derecho a transmitir la ciudadanía a las siguientes generaciones. Para esos fines, se debe demonstrar con documentos los nacimientos, y de ser el caso los matrimonios y defunciones, de las personas de la línea directa de sangre. Además, deberá aportarse un documento de no nacionalización y de no renuncia a la ciudadanía italiana relativo al primer italiano/a emigrado/a. Déjenos conocer su árbol familiar por medio de nuestro cuestionario genealógico y te escribiremos en detalle cuales documentos es procedente que obtengan para su caso específico.